Como es habitual desde hace años, y como si permaneciera la administración anterior, el municipio no responde ante las graves acusaciones de Pablo Bucca. Y Morán tampoco.
Era costumbre de Simón no responder nada. Parece que su predecesor adopta ahora la misma conducta.
Una vez más se evidencia la falta o el mal asesoramiento que recibe el intendente sobre como manejarse públicamente. Inclusive hasta ha bajado un tono en sus alocuciones, característica que no le dejarían pasar por un segundo los grandes maestros del marketing político nacional.
Para algunos puede sonar aburrido y para otros cansado, pero lo cierto es que a esta altura ya parece un intendente de años. Hay un desgaste prematuro que nadie le hace ver y que deberá neutralizar urgentemente si no quiere que se desmorone su candidatura, o sus aspiraciones. El silencio, fue un gran aliado de Simón. No significa que lo sea para Erreca de quien la gente esperaba otro estilo y más apertura.
Ha sido acusado de realizar llamados reiterados a los gerentes de Cablevisión para que removieran a Bucca y su productora del manejo de los contenidos de Canal 4. Lo que de comprobarse se constituye en numerosas violaciones a varias normativas vigentes que explicaremos más adelante, en los próximos editoriales.
Lo mismo para Morán, acostumbrado a confrontar en los altos niveles de la Nación, parecen los ratones haberse comido su lengua.
Erreca enfrenta un panorama sombrío. A esta actitud de los llamados que de comprobarse lo harían responsable directo del cierre de una empresa local con sus empleados adentro, bolivarenses ellos y con familia, se le suman las dudas ya instaladas por todos los agujeros posibles sobre la participación de la Escribanía que regentea en los asuntos en los que se pide investigar la administración Simón.
Encima, su ex contador municipal Fabricio Crespo lo denunció mediante una nota concedida a "La Mañana", el diario de Bolívar de haberlo echado sin explicaciones por haber integrado una lista en las elecciones de la Cooperativa Eléctrica que promovía el buquismo.
A todo esto, es un hecho, realidad indiscutida, que los radicales de la Nación no quieren oír ni hablar de Bolívar y su Municipalidad. Un combo letal para cualquier político que quiera seguir siendo protagonista de este tramo de la historia.
Los numerosos correos electrónicos recibidos por este servidor ratifican los conceptos vertidos en la columna anterior sobre el asombro de los propios radicales ante tanto desmanejo. Entonces, el adjetivo de sombrío al panorama que enfrenta el joven intendente cobra cuerpo y toma forma.
Sería saludable en consecuencia su aparición en los medios locales aclarando todas las dudas que generan estos temas. No sólo por su propia salud política, si no por la obligación natural de presentarse ante la ciudadanía con su versión de los hechos.
En tanto, se conocieron datos en las últimas horas. De cara a las elecciones de octubre, su imagen ha decrecido preocupantemente si se tiene en cuenta el corto período que lleva al frente de la Intendencia.
Esas mismas estadísticas dan cuenta del crecimiento demográfico de Urdampilleta, clave en otras elecciones. Fundamental en la próxima.
Y mientras, la oposición permanece en un estado de observación más acorde a otros tiempos más ingenuos de la vida política local que a las exigencias de los nuevos tiempos que se sabe, son más rigurosos. Y más sinuosos sus caminos a la gloria.
La opción del oficialismo de bajarle el precio al temario descripto como minimizándolo puede convertirse en un arma de filo doble. No parece ser la alternativa más conveniente y ahí falla otra vez el asesoramiento político e institucional puertas adentro del municipio.
Es decir, todos en silencio. Oficialismo y oposición. Un cuadro patético para los ojos de los bolivarenses que deberán elegir un rumbo para este querido pueblo que acaba de cumplir 133 años.
Ni siquiera la Coalición Cívica parece advertir la oportunidad histórica que le brinda la coyuntura. Capitalizar a los renegados del errequismo que buscarán en el mismo origen partidario la posibilidad de depositar su voto enojo. No está en condiciones de desperdiciarla. Su candidato está lejos de Erreca y Bali Bucca en los sondeos por estos días. Y la cuestión puede polarizarse sin retorno entre ellos sin la más mínima posibilidad para otros candidatos.
Y en este marco, ya se vislumbra la tibieza del Concejo Deliberante. Las fintas que hace respecto del pedido de investigación a Simón parece quemarle entre manos. Tan complejo le será abrir el juego, hablarle a la gente claramente y explicar el proceso institucional que se utilizará para encarar este controvertido caso que pone en jaque a la figura política más querida de los últimos años?.
Esta también es una inigualable posibilidad para el deliberativo de recoger la bandera e izarla a lo más alto. De ponerse al frente y responder ágilmente al pedido de los macristas-felipistas y poner en marcha la Comisión de Reglamento para que empiece ya a trabajar en el tema.
O la apuesta es dilatar lo más que se pueda el asunto?.
Veremos. Besos para todos. Y hasta el domingo!.
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