jueves, 5 de septiembre de 2013

Bolívar: La obra más esperada será una realidad. Por Oscar Bissio

LA LINEA DE 132kV, UNA REVOLUCION ENERGETICA


Junto a la obra de viviendas en marcha y la ampliación del tráfico subterráneo de gas natural, la confirmación de la Línea de 132Kv, se constituye en otro anuncio superlativo de la actual gestión municipal.
La iniciativa puede considerarse sin duda como el plan más ambicioso de todos los tiempos.
No habrá más apagones estivales sería el beneficio más básico, pero ciertamente, el cúmulo de provecho es de una mayor dimensión. Inmensurable.
Cuando la obra se haga realidad, habrá más energía. Pero también más calidad de la misma, menos dependencia a diferencia del sistema actual, y a su vez más derecho a ejercer presión sobre las empresas del sector privado que manejarán la cuestión técnica para que cumplan sus obligaciones y realicen las inversiones necesarias.
La mirada oficial se centra en un estratégico punto ubicado en un horizonte de sueños. Un Bolívar que finalmente podrá ser anfitrión de empresas industriales que hoy por hoy, menos aún en el pasado, han sido sólo una utopía por la imposibilidad de brindarles las condiciones aptas, entre éstas, la energía y el gas, elementales para su funcionamiento.
Esta mega obra requerirá de mano de obra simple y especializada. Las empresas que puedan llegar con el tiempo, también. Y en este último caso será empleo definitivo.
La confirmación de la 132Kv es la solución a una añosa problemática y una respuesta categórica a una imperiosa necesidad. 
Es el final de una historia que comenzó hace mucho tiempo y que había transmutado a un problema de fondo. 
Una historia que comenzó a agravarse en 2006 con los cortes de luz de verano por el alto consumo y las altas temperaturas.
Claro, el problema por entonces era sólo ese pues no había en la agenda municipal proyectos de gran envergadura que requiriesen más energía.
Como parte de esta historia hay un dato que declara la estafa a la que fue sometido el usuario asociado de la Cooperativa Eléctrica cuando por iniciativa del gobernador Felipe Solá se le cobraron tres pesos adicionales para "inversiones" que nunca se hicieron.

Una larga y tediosa historia
En los primeros meses de 2007 fueron casi sistemáticos los cortes de energía incluyendo el alumbrado público.
El transformador que abastecía a la zona llegaba rápidamente al límite de su carga y capacidad.
En la misma época el Concejo Deliberante aprobó la formación de una comisión permanente para el logro de la obra de interconexión de una línea de 132Kv y para gestionar la construcción de una nueva línea de 33Kv para mejorar el suministro de energía.
La primera, imposible. La segunda más probable.
Durante el verano siguiente continuaron los serios inconvenientes acarreados por los cortes.
Se empezaba entonces a gestionar con la Provincia, pero lo único que se logró fue un paliativo: la instalación de dos grupos electrógenos que aumentaron sólo un diez por ciento la provisión energética y produjeron un gasto mayúsculo en materia de combustible.
A pesar de las promesas y de los intentos, los cortes siguieron.

Las cosas por su nombre: la emergencia energética
Tan grave fue la coyuntura que promediando enero de 2010 en una reunión de la que tomaron parte el entonces intendente José Gabriel Erreca, el diputado nacional Juan Carlos Morán; el diputado provincial José Antonio Bucca y el senador Juan Carlos Simón, se empezó a hablar de "emergencia energética". Este último fue el encargado de pedirla por doce meses.
En el mismo mes, con la situación al límite, y con una tardía toma de conciencia sobre tal desborde, los legisladores, los bloques parlamentarios locales y el gobierno municipal acordaron la posibilidad de solicitar un crédito de unos 30 millones de pesos a devolver en 20 años con la Provincia como garante. 
No resultó. Por lo que en abril se convocó a una reunión más ampliada que incluyó a la Cámara Comercial y a la Sociedad Rural; naturalmente a la Cooperativa Eléctrica y al poder político en su conjunto. 
Esa vez, se determinó que mientras se siguiese con la gestión de la 132Kv, se mitigarían las dificultades con una obra menor de 8 millones de pesos: la línea de 33Kv.
En junio del mismo año, el stablismenth citado y encabezado por Erreca fue recibido por funcionarios de la Dirección de Energía bonaerense. 
Un dato: en ese encuentro estuvo presente el actual intendente Eduardo Bali Bucca. No es un dato menor. El entonces concejal kirchnerista revelaba su temprana aflicción por la calamidad que suponía esta crisis.
El cónclave estuvo encabezado por la ministra de Infraestructura bonaerense, Cristina Alvarez Rodríguez; por el titular de la DPE, Néstor Callegari y por un representante del Organismo de Control de Energía Eléctrica.
En esos días, la historia revelará que hubo otra bisagra. En un encuentro entre el ministro de la Producción bonaerense, Martín Ferré, el diputado provincial José Antonio Bucca y el entonces concejal Eduardo Bali Bucca, se habló casi por primera vez del Parque Industrial de Bolívar.
Al funcionario se le habló de la falta de gas y energía en ese sector clave de la ciudad.
En el albor de 2011, la Cooperativa Eléctrica anunció de manera retumbante que se habían hecho "reparaciones" y que "no habría más cortes de luz".
Otro anuncio que cayó en saco roto. Los grupos electrógenos reparados en la subestación de rebaje tampoco significaron una solución.
En esos tiempos, decía el periodista Víctor Agustín Cabreros en uno de sus editoriales: "En un rápido repaso se nos ocurre analizar qué sucede con la energía, imprescindible para el desarrollo de una vida civilizada y más aún para el crecimiento de empresas que le pongan un acento industrial a nuestra realidad cada vez más agropecuaria". Interesante advertencia periodística.
En el politizado mes de diciembre de 2011 sobrevino otro anuncio estentóreo: había llegado a Bolívar un nuevo transformador de origen brasileño que llevaría la potencia de energía de 9 a 14 megavatios y beneficiaría a los más de 14 mil usuarios asociados.
Lo cierto es que los cortes seguirían en la inminente canícula del 2012.
La situación era cada vez más crítica pues sobre el problema central iban apareciendo otros inconvenientes interrelacionados y colaterales como el deplorable estado de los cables a la altura de la torre distribuidora, su calentamiento y los incendios de pastizales como consecuencia directa.
40 días después de su asunción, el intendente Eduardo Bali Bucca, se reunió con el presidente del Organismo de Control de la Energía Eléctrica de la provincia Buenos Aires, Jorge Arce.
En ese encuentro se habló en términos tajantes: los de cambiar la situación energética del Partido de modo definitivo. La línea de 33Kv dejaba de ser un proyecto de años para establecerse como una idea concreta. Y se iba por la línea mayor.
Al mismo tiempo, Simón, en su carácter de senador provincial pedía informes a la Provincia y se preguntaba "debido a la falta de un mayor flujo de energía, lo que genera reiterados y frecuentes cortes en el suministro, en épocas de gran consumo energético, qué obras se están haciendo?".
Durante 2012, las gestiones fueron intensas para licitar la Línea de 33Kv para la cual en agosto se presentaron tres empresas, pero también estaban avanzadas las diligencias con el Gobierno de la Nación para la tan ansiada Línea de 132Kv.
Por primera vez, tras muchos años aciagos, el gobierno bolivarense y la Cooperativa eléctrica parecían mirar para el mismo lado. Inclusive el gremio que nuclea a los trabajadores del sector se sumó a la difícil empresa.
En febrero de este año, a un paso decididamente seguro, el municipio aceleró la gestión central por la obra más importante y lo hizo ante el Ministerio de Planificación de la Nación. Era la única manera de encarar una obra multimillonaria.
A los pocos días se produjo un hecho histórico y concretísimo al visitar la zona dos ingenieros del Ministerio para estudiar la forma en que Bolívar se conectaría a la línea de 132Kv. 
Atrás iban esfumándose decenas de reuniones enmarcadas en un cuadro harto burocrático para pasar a la acción directa.
El 27 de marzo se convirtió en el día histórico para Bolívar, cuando el intendente Bucca y el ministro Julio De Vido rubricaron el convenio para la Línea de 132Kv.

La obra y sus beneficios
La trascendental obra constará técnicamente de una línea de 132Kv. desde la estación transformadora de Henderson; una línea de interconexión Henderson-Olavarría hasta la subestación Bolívar; el tendido de nuevos alimentadores en el casco urbano; la incorporación de nuevos centros de transformación; mejoras en la red de baja tensión; el tendido de una nueva red en el sector industrial planificado; mejoras y nuevas luminarias para alumbrado público y mejoras en las redes rurales. 
En cuanto a los beneficios los cortes de energía en verano no volverán a ocurrir, aumentará la potencialidad para poder traer industrias y se podrán planificar más barrios.
En el marco de los cuantiosos beneficios que aseguran energía para el Bolívar de los próximos 30 años, la ciudad ya no dependerá más de Edén por lo cual hasta habrá mayores posibilidades de determinar las tarifas sin la imposición de esta empresa que vendía energía a Bolívar a un precio establecido unilateralmente. 
Lo concreto es que Bolívar en un año logrará contar con energía para varios lustros con la 132Kv; y con una línea especial; la de 33KV, exclusivamente para dotar al Parque Industrial.
Al excluirse Eden S.A. las nuevas operadoras de generación, transformación y transmisión serán las empresas Transba y Transener.
Será ahora el tiempo de comenzar con las misiones municipales tendientes a captar las anheladas industrias para que crezca la economía lugareña y para que los bolivarenses tengan más trabajo.
Así como Isidoro Laso se convirtió en el padre político de la electrificación rural hace unos años, el intendente Bucca atesorará como uno de sus logros más grandes esta magnífica obra que dominará de una vez por todas la indómita luz.

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