sábado, 26 de marzo de 2011

BOLIVAR: Elecciones 2011. 9ª entrega. Por Oscar Bissio

Las elecciones 2011 en Bolívar guardarán similitudes y diferencias a lo históricamente conocido.

Las generales del 23 de octubre acentuarán el predominio del bipartidismo, vayan dividos o no la Unión Cívica Radical y el Partido Justicialista.

La incógnita será una vez más hasta donde pueden llegar electoralmente la izquierda y las fuerzas alternativas que aparecen y desaparecen sin pena ni gloria luego de cada elección.

Por ello, analizaremos que puede suceder con las fuerzas alternativas al bipartidismo y donde están ubicadas hoy por hoy en el paisaje pre-electoral.

Si se tienen en cuenta los resultados históricos, estas fuerzas políticas, aspirarían como es uniforme en ese marco estadístico a alcanzar una o dos bancas en el Concejo Deliberante.

Sólo dos grupos políticos emergen en el horizonte con posibilidades concretas: la denominada Unión PRO, que une a los seguidores de Felipe Solá y Mauricio Macri; y la izquierda, cuyo referente sigue siendo Miguel Angel Francisco.

Ahora son ellos. Como dato, vale recordar que entre 1983 hasta 1999, lo fueron (nombraré sus referentes históricos entre paréntesis) el Movimiento de Integración y Desarrollo (Carlos Aurelio Peralta); el Partido Intransigente (Oscar Florencio Bissio, Julián Tessari, Mariano Herro); el Partido Demócrata Cristiano (Julio Fal y Beatriz Porcaro), el Partido Comunista (Horacio Coviella); la Unión Vecinal (Félix Bereciartúa); y la izquierda misma, bajo distintas denominaciones encabezadas por el propio Francisco.

Algún distraído dirá que se omite a la Unión de Centro Democrático. Lo cierto es que no estuvo jamás a la altura de estos grupos que presentaron batalla oportunamente, excepto por una rara incursión en las elecciones de 2001.

Con estos antecedentes entonces, la izquierda que humildemente empezó su derrotero eleccionario en 1983 con el recordado, prestigioso y respetadísimo Horacio Coviella con escasos 110 votos al record de esta franja conseguido por su sucesor natural Miki Francisco con 1.403 votos en 2001, puede sumársele la digna actuación en las pujas comiciales vernáculas a la Unión Vecinal que supo instalar cinco concejales en toda su historia política.

Todo un logro político de esta definitiva derecha local, pero que hoy por hoy, trasnocha deshecha en una diáspora que a sus hombres los sorprende militando en el radicalismo, en el justicialismo, en el macrismo y en ese híbrido que se desinfla en busca de una identidad que es el grupo de los autoconvocados.

En consecuencia, para ese espacio tan codiciado que sueñan birlarle estos grupos al bipartidismo, la izquierda está en condiciones mejores y más viva para hacerle frente al desafío.

Que esté más viva que su antítesis ideológica, la derecha de aquella Unión Vecinal, no se traduce en que esté más activa. Llamativamente, el mikismo está sumergido en el silencio.

Y llegamos a Unión PRO, apenas un paso al centro que la vieja Unión Vecinal. Allí debaten el futuro inmediato de la fuerza de los felipistas-macristas, Raúl Mosca y Claudio Carnevale. Circunstancialmente en la palestra política local, por haber pedido al HCD que investigue a la administración del ex intendente Juan Carlos Simón.

Dependen más de la cuenta y más de lo conveniente de la suerte que corra el expediente que ya descansa en comisión interna parlamentaria.

Y dependen más de Macri que de Solá. El jefe de Gobierno porteño está menos mal visto de lo que reflejan los medios nacionales y eso puede sumarle al grupo en Bolívar, una vez lanzado a la carrera presidencial. Lo de Solá no cuenta. No existe electoralmente.

Como contrapartida, en la balanza del menos, las figuras de Mosca y Carnevale no aglomeran pasiones al margen de sus capacidades técnicas y políticas, respectivamente.

El contador, que ya tiene experiencia legislativa (ingresó junto a Luis Leonetti por Unión Vecinal en 1991), es un técnico convocado permanentemente por las instituciones intermedias como síndico, entre otras funciones. Pero lejos de la gente.

Carnevale, es político de raza, de la escuela del lasismo y alejado de Laso hace tiempo, con un valor agregado que supera a cualquier candidato que se precie de serlo en ésta y elecciones anteriores.

Es un estudioso de las artes políticas. Mixtura de militancia y academia; y mirada profunda para observar las problemáticas a largo plazo. No tiene consenso social; no es conocido. Irónica realidad que lo puede alejar de un buen resultado.

A su vez, ambos, deberán ser más claros con el objetivo que se propusieron de investigar a Simón porque el asunto los puede situar como protagonistas de un gran papelón. O deben por sí solos y al margen de la actuación del Concejo, darle marcha a las más de cinco denuncias concretas que tienen entre sus manos de parte de ciudadanos de Bolívar en relación al manejo del simonismo con el tema de las viviendas.

Y en otra escala, deberán organizar el trabajo logístico para el día de las elecciones, debilidad de toda nueva fuerza que a último momento busca fiscales de mesa debajo de cualquier alfombra y a cualquier precio.

Un dato final: los grupos alternativos como los descriptos suelen hacer mejor papel en elecciones legislativas y no generales, cuando la disputa por la Intendencia aglutina los votos entre los dos candidatos principales. Otro detalle a tener en cuenta.

Muchas gracias por todos los correos recibidos y les recuerdo que pueden seguir estas entregas (y repasar las anteriores) en www.oscarbissio.blogspot.com además de escribirme a oscarbissio@gmail.com Gracias y un afectuoso saludo para todos. Hasta la próxima!.

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