Comienza la campaña electoral 2011 en Bolívar. Será posible que nos demos la oportunidad maravillosa de replantearnos un sinnúmero de actitudes en la cuestión cívica?.
En esta primera columna de cara a los comicios que definirán el próximo intendente de este Partido, es necesario hablar de nosotros, los votantes, los ciudadanos que amamos a Bolívar.
La oportunidad es -desde ahora y con tiempo- evaluarnos como prosélitos. Saber que nivel de conocimiento político y que grado de compromiso tenemos.
Dos puntos apenas que parecen simples pero que definitivamente nos permitirán saber si estamos capacitados para elegir. Votar es fácil y hasta obligatorio. Lo complejo es saber elegir.
Y como ya ha transcurrido demasiado de tiempo democrático, no es excusa decir que vivimos una etapa de aprendizaje. Una salida elegante para quienes se iniciaron en la política y en la vida institucional en 1983.
Ahora, el compromiso debe ser otro. Comprender que cuanto más sepamos, más nos informemos, más debatamos, más preparados llegaremos a octubre para decidir quien será nuestro candidato.
No es una idea caprichosa. A la hora de la queja fácil, muchos ciudadanos comunes, somos los primeros en protestar por una u otra acción de gobierno, como si aquellos quienes gobiernan hubiesen bajado de un plato volador. Sin embargo, emergieron del seno de la sociedad común, aunque es cierto, que a muchos no se les cae la cara de vergüenza, postulándose para este o aquel cargo o función política.
Pero parece una cuestión impuesta, un mandato aceptado, una cuestión naturalizada. Ellos se postulan y la sociedad los acepta sin cuestionamientos, cual caballos sin tábanos.
Estas primeras líneas pretenden constituirse en una primera reflexión antes de los treinta artículos que escribiré sobre las elecciones 2011 en Bolívar, con datos inéditos, información de prímera línea, y novedades de última hora en relación a los movimientos de piezas del tablero político vernáculo.
Hay tres candidatos a la Intendencia de Bolívar confirmados. Difundiré sus nombres la semana próxima. Y luego, con pesimismo, puede decirse que caminamos hacia una elección histórica en Bolívar, debido a una circunstancia preocupante: provoca escalofríos echar un ojo a tan pobre nivel político reinante en la ciudad. Es el conjunto, pero todo resta. El intendente, sin que se califique su gestión debido al poco tiempo que lleva en el ejercicio, parece ser demasiado poco político y esta característica pareciera arrastar a su propio grupo de trabajo. El Concejo Deliberante es una copia fiel a la de las últimas conformaciones del deliberativo comunal y decepciona observar sólo un puñado de buenas intenciones de aquellos que llegaron alzando la bandera de los nuevos tiempos. El resto, es más de lo mismo y ahora, con el agravante de una absoluta indiferencia de sus miembros sobre las problemáticas más tangibles de Bolívar: el déficit habitacional y el sistema de salud. Se agrega, el pecado sin posibilidad de indulgencia de estos integrantes y de los históricos, de no comprender que esas bancas no les son propias. Son del soberano y que por lo tanto, quienes se sientan en éstas deben hacerlo con la responsabilidad de trabajar full time y no part time.
Y después, al completar el concepto de pobre nivel político reinante, se suman aspirantes con el mismo carácter y forma, al margen del color político.
Pero ellos, los candidatos, ya comienzan a subir al escenario electoral sin advertir su carácter ni sus formas. Son los predecesores de una manera de vivir la vida y taxativamente, la política. No sentirán nada?. Habrá entre ellos, alguno, que sí lo advierta y finalmente proponga otro Bolívar?. Es tan difícil, ya que no somos La Matanza, prevenir las cuestiones de la seguridad de los vecinos?. Gestionar incansablemente sobre los responsables nacionales de los planes de vivienda?. Descongestionar el sistema de salud y lograr que Bolívar no sea el ícono exponencial de la vergüenza en ese plano?.
Estará entre ellos?.
Recién sabremos la respuesta en un par de años mínimamente. Pero parece improbable de acuerdo a la característica de este maravilloso lugar donde nacimos y crecimos. Reina la pobreza dirigencial; la poca solidaridad, el egoísmo y la indiferencia en el poder de Bolívar que no es sólo una administración oficial. Es el stablismenth, las instituciones y sus hipocresías. Y gran parte de la aldea que baja la cabeza, se convierte en rebaño y reverencia a quien detenta la torta del poder a ver si algún día podrá dar su propio mordisco. Hay una pequeña luz de esperanza sincera: la nueva cúpula de la Cooperativa Eléctrica. Pero también habrá que esperar.
Reina la crisis de la excelencia en el hacer político y se siguen cometiendo los errores históricos de parte de oposición y oficialismo.
Alianzas trasnochadas de último momento para alcanzar el objetivo. Las peleas de batón y escoba de ciertos pseudo caudillos que ya fueron y un oficialismo que entra a desesperar por la traición del padrino que ya no está pero que sigue conservando el maldito y nunca bien ponderado aparato.
Claro, que para que estos personajes ocupen los sitios que ocupan, existe alguien que allí los posiciona. Volvemos al primer mensaje: nosotros, los votantes, quienes también estamos a tiempo de la gran autocrítica para que la misma prevalezca por sobre la ayudita social y el acomodo.
Me despido hasta la semana que viene y doy por inaugurada la campaña electoral 2011 en el partido de Bolívar y a la espera de sus opiniones en oscarbissio@gmail.com; en este adorable espacio de facebook y en oscarbissio.blogspot.com.
Recuerden: votar es fácil y hasta obligatorio. Lo complejo es saber elegir.
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