martes, 4 de agosto de 2009

POLICIALES: La inseguridad se hace presente con fuerza en la planta urbana



AL VOLVER EL DOMINGO A SU CASA UNA FAMILIA ADVIRTIO QUE HABIAN ENTRADO LADRONES. SE LLEVARON NUMEROSOS OBJETOS DE VALOR, ENTRE ESTOS, JOYAS DE ORO. NO HABIA DINERO EN LA VIVIENDA
Una vivienda situada en pleno centro de Bolívar, avenida Belgrano 462, fue el nuevo blanco elegido por los delincuentes entre las 23.00 del sábado y las 3.30 del domingo, lapso en el que sus moradores se encontraban ausentes.
La casa fue ocupada hace apenas una semana por el matrimonio compuesto por Pablo García Palomino, odontólogo de profesión y por Susana Prada (Foto), fonoaudióloga, quienes habían estrenado su nuevo hogar hace días junto a sus dos hijos de corta edad. Bolivarenses de nacimiento, Susana y Pablo, se establecieron en esta ciudad hace dos años después de casi veinte de residir en La Plata y posteriormente en Neuquén.
Al momento del hecho, la familia había ido a visitar a unos amigos, y cuando regresaron a la madrugada se encontraron con el cuadro.
Aún de mudanza, algunos bultos habían sido revueltos en el amplio living y otros objetos desparramados por el ambiente.
Susana, entre resignada y todavía impactada por el episodio “inesperado”, relató hoy a este sitio que “entraron por el garage (La foto lo muestra desde el interior), recorrieron el perímetro de la casa, tomaron una pala de un galponcito con la que rompieron un vidrio que da al interior, previo violentar una ventana”.
El balance preliminar da cuenta de que se llevaron una playstation 2; un teléfono celular y una mochila escolar. Además, de la planta alta de la casa, se apoderaron de algunas joyas de oro, aunque “también revolvieron todo como buscando algo más”.
Inexplicablemente el o los ladrones dejaron un reproductor de DVD, otros dos teléfonos móviles y un televisor que estaban a su alcance, por lo que se sospecha que buscaban dinero en efectivo, objetivo que no pudieron llevar a cabo.
“El poco dinero que teníamos en ese momento nos lo llevamos con nosotros”, dijo la dueña de casa.
Susana contó que su esposo asentó este mediodía la denuncia y dijo sentirse “muy mal y con mucha impotencia” por lo que pasó.
Precisamente, al consultársele sobre como se vive después de un robo de estas características, Susana, puntualizó: “Nosotros teníamos por costumbre salir a correr en horario nocturno y ya no lo hacemos más. Y por caso, mi hijo tenía que llevar unos elementos al colegio que estaban en el patio y esta mañana no me animé a salir”.
El miedo, más que una sensación como definen las autoridades, es una realidad que se repite en Bolívar.
La sorpresa del matrimonio tiene su fundamento: hasta hace siete días vivían en una casa de la Calle Almafuerte, justo en la cuadrícula más segura de la ciudad, de acuerdo al estudio estadístico hecho por la Fiscalía.
Pero el asombro también tiene que ver con la seguridad de la que disfrutó la familia en sus más de diez años en Andacollo, un pequeño pueblo que conserva toda la esencia de lo que es la zona del norte neuquino: cordillera, río, no mucha vegetación, ganadería, fruticultura y sobre todas las cosas, tranquilidad.

1 comentario:

morata dijo...

No hay que confiarse, Bolívar no es lo que era.
También creo que en muchos casos "hay chivatos" de donde pueden robar cosas de valor.
Ojalá esto sea solo un susto para ésta familia y puedan vivir en un Bolívar más seguro el resto de sus vidas.
Un saludo.